La ingesta de ácidos grasos Omega 3 permite recuperar la calidad del semen, según una investigación realizada por la andróloga Carmen Anarte, profesional de la Unidad de Reproducción Asistida Quirón-Bilbao. Consumir ácidos grasos Omega 3 durante diez semanas ayuda a que los pacientes infértiles puedan alcanzar un nivel de vitalidad espermática «similar» a la de un donante de semen.