Cuando Juan Carlos Cruz entró a la Capilla Sixtina la semana pasada, quedó impactado. No fue como las veces anteriores que había estado allí, apretado, entre una horda de turistas con cámaras tratando de sacarse selfies con "La creación de Adán". Esta vez estaba sólo él y un guía, una hora y media antes de que el sitio vaticano abriera al público. La visita la había organizado el propio papa Francisco. "Fue impactante. Lo único que pensaba es 'qué hago aquí'", le cuenta Cruz a BBC Mundo desde Filadelfia, donde vive.