En Estados Unidos los inmigrantes provenientes de naciones latinoamericanas de habla española parecen tener problemas a la hora de identificarse como "latinos" o "hispanos", pese a que hace ya cuarenta años que ambos términos se integraron en el ordenamiento legal estadounidense. De acuerdo con un estudio presentado por el Centro Hispano Pew la mayoría (51%) prefieren definirse por el país de origen de sus familias frente a un 24% que usa las etiquetas étnicas con las que se busca globalizar estadísticamente a la comunidad.