Ahora sucede lo mismo con la flota rusa, la cual, por invitación del teniente coronel, está en territorio venezolano, constituyendo la primera vez, desde la crisis de los misiles, en 1962, que los rusos deciden aventurarse por tierras americanas, muy a pesar de Washington.
Desde el principio está clara la afinidad que el teniente coronel tiene con los rusos, no obstante el ciudadano venezolano común no ve con buenos ojos la presencia de rusos, cubanos e iraníes en nuestro territorio.
Como lo hemos dicho otras veces a través de este medio, lo decimos ahora: así como no estamos de acuerdo con la presencia de los Estados Unidos en los asuntos internos del país, tampoco estamos de acuerdo con la presencia de rusos y cubanos en nuestro territorio.
Creemos que, de la misma manera que los antecesores políticos al teniente coronel, vendieron su alma al imperio norteamericano, él lo hace con estos gobiernos que más que aportar a nuestra nación, lo que hacen es entorpecer su crecimiento desarrollo.