Investigadores de la Universidad de Texas en Austin, EEUU, demostraron por primera vez la posibilidad de “hackear” las señales GPS de un avión no tripulado, según una nota de prensa emitida hoy por este centro docente. El profesor Todd Humphreys y sus alumnos usaron una técnica de suplantación de identidad que se conoce como ‘spoofing’ para generar falsas señales GPS y desviar el aparato aéreo de la trayectoria programada. Lo hicieron precipitarse en picada y, cuando la caída ya parecía inminente, volvieron a cambiarle el rumbo para asegurar un aterrizaje exitoso. Realizaron esta demostración a finales de junio en Nuevo México a petición del Departamento estadounidense de Seguridad Nacional.