El Comité de Inteligencia del Senado norteamericano cuestionó seriamente el papel de la Central de Inteligencia (CIA) con relación al secreto de las declaraciones de los detenidos por presuntos delitos de terrorismo.
La noticia la reseñó hoy el influyente diario neoyorkino, el New Yort Time, que añadió además que, la condena internacional y los obstáculos que ha creado el procesamiento criminal, pudiera pesar más que su valor en obtener información.
El Comité rechazó por un voto una proposición Demócrata que hubiera cortado esencialmente dinero para el programa al prohibir técnicas de interrogaciones duras, excepto en casos de terribles emergencias.
El reporte criticó el abultamiento de las agencias de inteligencia en el uso de contratistas, diciendo que el subcontratar ha creado conflictos de intereses porque algunos de los departamentos de compras principales, están ellos mismos participando como contratistas, algunos de los cuales tienen lazos con los vendedores. Esto significa que un empleado del gobierno cuesta a los contribuyentes unos 126 mil 500 dólares anuales promedio, o la mitad de 250 mil dólares del precio de un trabajador provisto por una compañía contratista.
El reporte reconoció que el programa secreto de detenciones "ha conducido a la identificación de terroristas y la interrupción de complots terroristas. Pero dice que el logro debe ahora "ser sopesado contra ambas complicaciones que causa a cualquiera en la acusación final de estos terroristas y el daño que el programa causa a la imagen de los Estados Unidos en el extranjero".