El nuevo presidente de China, el secretario general del Partido Comunista, Xi Jinping, asumió su cargo esta semana, al igual que el primer ministro Li Keqiang, con un programa que promete sacar a 80 millones de personas de la pobreza en los próximos dos años. El reto es monumental. Se trata del 8,5% de la población económicamente activa de China, casi dos veces la población de un país como Argentina, equivalente a toda Alemania, más de 20 veces el Uruguay y casi cinco veces Chile. Y todo de aquí a 2015.