El empresario venezolano Raúl Gorrín, conocido por su polémica compra del canal de noticias Globovision, comienza a aparecer como el gran arquitecto de la operación de lavado de $1,200 millones que también involucra al gobernante venezolano Nicolás Maduro y a sus hijastros, señalan documentos del caso federal realizado en Miami y personas familiarizadas con la investigación.