Dentro del Libro de los Números, uno de los que componen el Antiguo Testamento, se relata cómo Moisés envió a varios espías, entre los que se encontraba Josué, a explorar Canaán. El objetivo de esta misión era averiguar cuál era la situación de aquella tierra prometida que tantos años y esfuerzo le había costado encontrar al pueblo de Israel. Sobre todo, según se explica en las Escrituras, a Moisés le interesaba saber quién poblaba esa zona y la calidad de la tierra y sus frutos.