La ciudad turística de Djanet, al sureste de Argel, está aislada. Desde el lunes en la noche las vías de comunicación están cerradas y las líneas telefónicas no funcionan. Este lugar paradisíaco, pero que Estados Unidos y varios países de la Unión Europea recomiendan no visitar por la presencia de Al Qaeda, fue el destino de una buena parte del clan de Muamar Gadafi, que llegó huyendo de la avanzada de los rebeldes.
Según el periódico argelino, El-Watan, a Argelia no sólo llegaron la esposa de Gadafi y tres de sus hijos, “fueron más de 30 personas, muchas de ellas heridas y varios niños, las que se refugiaron en una residencia oficial”. Aisha, hija de Gadafi, abogada y quien hizo parte del equipo defensor del dictador iraquí, Sadam Hussein, fue la única que no se quedó en la residencia.