Francisco Illarramendi, quien se declaró culpable de usar dinero del fondo de pensiones de Petróleos de Venezuela para montar un esquema de fraude estilo Ponzi, se había convertido en uno de los principales accionistas de una empresa de tecnología nuclear, según la investigación que la Comisión de Valores (SEC) emprendió en su contra.
Illarramendi, quien podría ser condenado a 70 años de cárcel por cargos relacionados con el fraude y la obstrucción a la justicia, había invertido unos $23 millones en "una compañía de energía nuclear establecida en la Costa Oeste de Estados Unidos'' a través de los fondos que administraba, señaló la declaración jurada presentada por la SEC.
El banquero venezolano-estadounidense admitió el lunes su culpabilidad ante una corte federal de Connecticut.