La primera víctima mortal de una operación policial basada en información suministrada por patriotas cooperantes fue una agente del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin). Víctima indirecta, claro está, pero víctima al fin: el 7 de marzo del 2014, en vehículos sin identificación visible, se llevaron a la fuerza a dos jóvenes que caminaban en las inmediaciones de una avenida de Los Palos Grandes, en Caracas. Es una historia conocida: la Policía de Chacao atendió lo que se interpretó en el momento como un doble secuestro y tras una persecución resultó muerta la funcionaria Glidis Karelis Chacón.