Chile buscó vender a la Isla de Pascua a la Alemania nazi. Reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad, a unos a 3.500 kilómetros de distancia de América en medio del Pacífico, fue ofrecida por el país sudamericano al régimen de Adolf Hitler para conseguir el dinero y poder comprar dos cruceros para la Armada, que en esa época tenía el control de la isla.