El 31 de diciembre de 2019, cuando el mundo celebraba la mudanza de año, la doctora Li-Meng Yan recibió el encargo de sus jefes de indagar en las noticias que llegaban de Wuhan. Aquel día, según la cronología publicada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), su oficina en el gigante asiático se topó en la web de la comisión sanitaria municipal de Wuhan con un comunicado que alertaba de los primeros casos de «una neumonía viral» desconocida.