La Fiscalía General de Colombia, en un extenso reportaje de la revista Cambio 16, desmiente categóricamente al vice presidente de Venezuela, el periodista José Vicente Rangel, en torno a la muerte del jefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, Vicente Castaño.El periodista venezolano, aliado e intérprete del teniente coronel, para vincular al gobernador del Estado Zulia Manuel Rosales con las Autodefensas, había dicho en su programa, con carácter de primicia, que el referido guerrillero de derecha, había sido asesinado al norte del Estado Zulia.
El gobierno de Colombia, a través de sus órdanos jurisdiccionales, estableció sin lugar a ninguna duda, cuándo asesinaron al jefe paramilitar, dónde, cómo, qué hicieron posteriormente con el cadáver y por qué otros dirigentes de la AU dicidieron liquidar al jefe, quien presuntamente pactaba una rendición con el gobierno de los Estados Unidos, a cambio de chivatear al resto de la banda y de protección para su familia.
Hay que ver que la autocracia venezolana no tiene límites y existen muy pocas estrategias llevadas a cabo por el régimen para tratar de enlodar al Gobernador del Zulia, para sacarlo y apoderarse del Estado más rico de la nación, sin cuyo control no se puede decir todavía que el teniente coronel sea el dueño del país. El Estado Zulia es la pesadilla que trasnocha al autócrata y no será fácil apoderarse de él, a menos que Aguila Uno opte por la última opción: el magnicidio.
Foto cortesía de Cambio 16 de Colombia
