El Partido Comunista Chino avivó ayer el optimismo incluso entre algunos de sus más decididos opositores. La cúpula dirigentepresentó el paquete de reformas más ambicioso de las últimas tres décadas. El Gobierno permitirá, entre otras medidas, que más parejas tengan dos descendientes, concretamente aquellas en las que uno de los progenitores sea hijo único. Las decisiones incluyen reivindicaciones largo tiempo anheladas porla sociedad, como la abolición de los campos de reeducación por el trabajo. No será, sin embargo, una primavera política. Pekín ha reafirmado su intención de reforzar el sistema de partido único y la censura.