Seis décadas después de que Fidel Castro confiscara miles de propiedades a cubanos y estadounidenses sin ofrecer compensación, dos estadounidenses presentaron demandas este jueves en la corte de Miami contra la compañía de cruceros Carnival, a la que acusan de beneficiarse de propiedades que les fueron robadas por el gobierno comunista. Por primera vez desde que fue aprobada la ley Libertad —también conocida como Helms-Burton— en 1996, el presidente Donald Trump decidió no suspender el derecho a demandar para buscar compensación por bienes expropiados en Cuba, en un gesto destinado a poner más presión al gobierno de La Habana por su apoyo a Nicolás Maduro en Venezuela, y que ha sido acogido favorablemente por un sector importante de la comunidad de exiliados cubanos.