Algunos congresistas federales de los Estados Unidos, recogiendo el clamor de miles de venezolanos que viven en los Estados Unidos y de cientos que siguen saliendo diariamente de Venezuela, huyendo de la dictadura que se sigue conformando en el país sureño, han solicitado al presidente George W. Bush un estatus temporal privilegiado para estos americanos del sur.Dijo Lincoln Díaz Balart, congresista republicano que lidera la iniciativa: "En Venezuela existe un desastre político y le estamos pidiendo al Presidente que reconozca una realidad. Chávez es una vergüenza y una copia de [Fidel] Castro. Es absurdo negar que es un dictador y que los venezolanos están sufriendo cada día''.
La petición, cuenta con el apoyo de los legisladores republicanos por la Florida, Mario Díaz-Balart, Ileana Ros-Lehtinen y Connie Mack. También firma la misiva el representante Jerry Weller, por Illinois.
La propuesta, que no será considerada por el Congreso sino por el presidente Bush para su aprobación, plantea dos alternativas:
1.Otorgar a los venezolanos una ''Partida Forzada Diferida'' (DED, por sus siglas en inglés). Es parecido al TPS que disfrutan los centroamericanos; la diferencia es que el TPS se concedió por razones de desastre natural, como huracanes y terremotos, y en este caso, se habla de "desastre político''.
El DED retrasaría la deportación de los venezolanos que están en Estados Unidos bajo la premisa de que corren peligro si regresan a su país.
Esto beneficiaría a todos los venezolanos, quienes a su vez deben inscribirse en el programa una vez que se apruebe. No tienen que demostrar que fueron perseguidos políticamente.
2.Crear para los venezolanos algo similar al ''Programa de Revisión Nicaragüense'' (NRP, por sus siglas en inglés), creado en 1987 por la administración Reagan para proteger a los perseguidos políticos.
Por instrucción del presidente Reagan, el entonces Servicio Nacional de Inmigración (INS) canceló deportaciones y concedió en forma acelerada, permisos de trabajo a los nicaragüenses que solicitaban asilo político. Este programa sólo ayudaría a los venezolanos que pidan asilo político.
Lo que dice el régimen
Por su parte, el embajador de Venezuela en Washington, Bernardo Alvarez, dijo a El Nuevo Herald que ''no es necesario'' solicitar al gobierno norteamericano ningún tipo de estatus migratorio que piden los congresistas.
''Sería un fraude para este país. La situación de los venezolanos es la misma que tienen los demás inmigrantes de otros países latinoamericanos. No hay razones políticas'', aseguró Alvarez por teléfono.
