Una iglesia con 8 millones de seguidores y que dice estar presente en casi 180 países -lo que sobrepasa a cualquier multinacional brasileña- está siendo investigada en Brasil por un tema que tiene poco que ver con religión.
Un fiscal de Sao Paulo presentó cargos contra tres líderes religiosos de la Iglesia Universal del Reino de Dios por supuestamente blanquear unos 235 millones de dólares en donaciones, lo que es una muestra de la cantidad de dinero que la religión mueve en ese país sudamericano. En Brasil, los productos orientados a los consumidores cristianos son parte de un mercado que ha sido objeto de poco estudio, pero que representa unos US$7.000 millones al año, según Mario René, un profesor de ciencias del consumo en la universidad ESPM.