El primer envío de ayuda humanitaria a Venezuela, que se intentará a principios de la semana a través de la frontera con Colombia, supone el primer gran desafío para la estrategia de Juan Guaidó. En menos 15 días, el político ha retado a Nicolás Maduro al declararse presidente legítimo del país, ha logrado el respaldo sin matices de buena parte de la comunidad internacional y se ha fijado el objetivo de poner en marcha un proceso de transición. Sin embargo, una condición esencial para el cambio es la complicidad de las fuerzas armadas, que la oposición trata de dividir con la oferta de una ley de amnistía y obligándolas a decidir si permitir el acceso de esas ayudas. La llegada de medicinas y alimentos, una reinvidicación histórica de las fuerzas críticas con el oficialismo, servirá ahora para medir sobre el terreno la fidelidad de los militares con el líder chavista, que aún cuenta con la lealtad de la cúpula.