En un parque industrial cuya ubicación no se puede revelar, analistas de la CIA que se autodenominan jocosamente los "bibliotecarios ninja" revisan una gran cantidad de información que la gente publica sobre sí en el exterior, rastreando de todo, desde la opinión pública hasta revoluciones.
El esfuerzo del grupo da a la Casa Blanca una instantánea diaria del mundo con base en tuits, artículos de periódicos y actualizaciones de Facebook. El Centro de Fuentes Populares de la agencia a veces revisa 5 millones de tuits por día. Los analistas también inspeccionan canales noticiosos de televisión, estaciones locales de radio, salas de "chat" en internet, todo aquello a lo que la gente pueda tener acceso y contribuir.