Hoy desperté con la noticia de que un cineasta judío-canadiense, realizador de documentales, dice haber encontrado la tumba donde reposaron los restos de Jesús de Nazareth, de María Magdalena (esposa de Jesús, según el realizador), de un hermano de Jesús y de un hijo de Jesús, llamado también Judas.
La información la poseen desde 1980, pero fue ayer en New York cuando, casualmente para el lanzamiento del documental a través de Discovery Channel, dieron a conocer el "importante" hallazgo.
Pues, arguyo yo, que si realmente habían descubierto algo tan importante casi treinta años atrás, como es la tumba vacía del hombre que ha cambiado la historia de la humanidad y que ha transformado las vidas de millones de personas a través de los años,en ese mismo momento han debido darlo a conocer y predicarlo a los cuatro vientos; pero no sucedió así sino hasta ahora, precisamente, antes del lanzamiento del documental por televisión, situación que desacredita el descubrimiento y de antemano le augura plena audiencia al documental, sin duda.
Lo que dicen las Escrituras es sencillamente que Jesucristo fue asesinado en Jerusalem, que fue sepultado y que resucitó al tercer día y que hoy está sentado a la derecha de Dios el Padre y que intercede por nosotros.
