Estados Unidos no sobrevivirá en su papel actual, como gran motor económico y faro de los valores democráticos, a menos que alcance un nuevo pacto nacional para contener las desigualdades y las injusticias sociales que se han ido acumulando, particularmente en los últimos años, ha advertido hoy Barack Obama en un discurso de tono populista en el que trató de perfilar su visión sobre el futuro de la nación. “Nuestro éxito no ha radicado en la supervivencia de los más fuertes, sino en la construcción de una sociedad en la que todos salimos ganando”, dijo.
“Si queremos seriamente reconstruir nuestra clase media, no podemos volver a esa economía de que cada cual se arregle como pueda. Eso no crea una economía fuerte. Eso solo resulta en una economía que no invierte en el futuro de la gente. Eso no crea prosperidad. Eso creo beneficios para unos pocos de nuestros ciudadanos”, manifestó el presidente, quien mencionó las cifras de que un 0,1% de la población tiene unos ingresos medios anuales de 27 millones de dólares y que el ejecutivo promedio, que hace una década ganaba 30 veces más que sus trabajadores, hoy recibe 110 veces más.