Un oficial militar venezolano que desertó para solicitar asilo en Estados Unidos enfrenta la deportación la próxima semana, y regresaría a manos del mismo gobierno que Estados Unidos ha calificado de dictadura y que dice debe ser castigado. Esta yuxtaposición revela los peligros que enfrenta el gobierno del presidente Donald Trump para equilibrar las políticas de inmigración de línea dura del presidente con la promesa de defender a cientos de miles de venezolanos que huyen del gobierno de Nicolás Maduro, que ha llevado el país al caos económico y humanitario.