El nivel de desempleo se trepó a 7.2 por ciento sólo en diciembre, de un 6.8 por ciento en noviembre y 5 por ciento en abril, cuando la recesión sólo tenía cuatro meses y ya comenzaba a sentirse.
Más de 10 millones de norteamericanos están ahora desempleados y su constante ascenso está presionando al recién electo presidente Barack Obama y al Congreso a que actúen rápidamente con un paquete de estímulos que incluyan recortes de impuestos y recortes en el gasto público.
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