El papa Benedicto XVI llegó a Santiago de Compostela (España) y lo primero que hizo fue criticar "el agresivo anticlericalismo" existente en el país, que una vez fuera ejemplo para la santa iglesia católica romana.
Lo que sí se le olvidó al santo padre mencionar, fue que durante los largos y tortuosos años de la dictadura del generalísimo Francisco Franco, la santa madre iglesia cerró su boquita, a pesar de los desmanes del católico dictador y lo nombró "Caudillo de España por la gracia de Dios".
"La Iglesia católica, aterrorizada por las matanzas de la Guerra Civil, bendijo a ésta como una Cruzada frente al materialismo y a Franco como al hombre escogido por la Divina Providencia para salvar a España del comunismo ateo. Apoyó la dictadura de Franco, legitimándolo ideológicamente ante las masas ("Caudillo de España por la gracia de Dios"). Triunfaba una visión integrista del catolicismo: el nacionalcatolicismo. La Iglesia obtenía enormes privilegios. La religión católica era la oficial y el matrimonio civil, el divorcio y el aborto quedaron prohibidos. Se subvencionaba al clero. La participación en los actos litúrgicos católicos (misas, bodas, procesiones etc) era obligatoria prácticamente para los españoles...La Iglesia controlaba prensa y enseñanza: la religión católica era obligatoria en las escuelas, los libros de texto eran censurados y las órdenes religiosas tenían grandes facilidades para montar centros de enseñanza".
¿Cómo pretende el venerable papa que los españoles busquen a Dios, si les metieron a martillazos toda idea de Dios y lo que hicieron fue crear un efecto de rechazo y odio que ha permanecedio hasta hoy? Para los españoles decir iglesia era sinómino de opresión, de tortura, de dolor.