Hace unos días, en un acto político en Río Branco, en el Estado de Acre, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva compareció al lado de las autoridades locales. Una vecina contraria al Partido de los Trabajadores, la formación de Lula, se asombró no sólo del delirio que suscitó en la calle sino de la cantidad de gente que al mirarle y al oírle, se echaba a llorar de pura emoción.