La Constitución de Estados Unidos y su enmienda 14, garantizan a toda persona nacida en el país la obtención automática de la ciudadanía. Pese a ello, decenas de niños y niñas nacidos en territorio estadounidense de madres indocumentadas provenientes de México y de los países centroamericanos, no pueden disfrutar de los beneficios que les otorga el ser ciudadanos.