Si creíamos que la situación del planeta iba mal, resulta que está peor. Un estudio de las universidades de Sydney y Queensland publicado en la revista Biological Conservation asegura que el ritmo de declive de la población de insectos en el mundo es mucho más dramático de lo que se pensaba y que el efecto de esta tendencia es potencialmente "catastrófico”. Los investigadores descubrieron que, a esta velocidad, el 40 por ciento de las especies de insectos podrían desaparecer en cosa de años. "La conclusión es clara: a menos que cambiemos la forma en que producimos nuestros alimentos, los insectos podrían extinguirse en unas pocas décadas", afirman los autores de este informe, que sintetiza las conclusiones de 73 estudios.