
También indica el documento que, como en los 12 meses previos, y antes incluso, este crecimiento viene impulsado por lo que se ha dado en llamar “reprimarización”, o un retorno a la alta dependencia de las exportaciones de productos primarios y de baja elaboración.
Así las cosas, el 6% de crecimiento de 2010, y el pronóstico del 4,2% de este año están indisolublemente vinculados a las exportaciones de petróleo, soja, café, cobre, hierro, pescado y otros rubros naturales, ahora con precios más altos en el mercado mundial, lo que en opinión de entendidos mantiene a la región sujeta a una especie de “maldición”, pues condiciona sus épocas de bonanza o recesión a la volatilidad habitual en los precios de las materias primas.