Tres episodios relatados en las comunicaciones de la embajada de Estados Unidos, muestran el increíble grado de desconfianza que se dio entre Venezuela y Colombia, en los momentos de tensión de los últimos años. El primero de ellos fue en diciembre de 2005. En ese momento se especuló sobre una supuesta reunión en la que funcionarios de Colombia conspiraban con exmilitares del vecino país para tumbar al presidente Chávez. Tras el incidente, el presidente Uribe regañó al director del DAS Andrés Peñate y éste, bastante molesto por la reprimenda, le contó a la Embajada los detalles de lo ocurrido.
Según Peñate, el presidente Chávez venía acusando al DAS y a la CIA de conspirar contra él y en una reunión le volvió a poner la queja a Uribe. Éste le pidió evidencia y el ministro del interior venezolano, Jesse Chacón, le entregó a la canciller de Colombia, Carolina Barco, una dirección y una foto en Bogotá, de la “oficina secreta donde los militares colombianos y agentes de la CIA estaban conspirando”. Chacón le dijo a Barco que su gobierno podía probar que era una sede secreta de la CIA porque habían visto carros de la embajada de Estados Unidos entrando y saliendo.