El matador David Fandila, El Fandi, acababa de cortar cuatro orejas en la plaza de toros de la ciudad venezolana de Mérida la tarde del 18 de febrero, cuando el doctor José Rafael Marquina recibió los primeros datos sobre la gravedad del cáncer que le fue diagnosticado a Hugo Chávez en junio de 2011. “Estaba en la feria y llamé a varios amigos para despedirme, y uno me dice: ‘Chávez está muy mal, tiene el cáncer bastante avanzado, con metástasis en el hígado y otras de dos centímetros en las glándulas suprarrenales’”, cuenta Marquina, médico venezolano residente en Estados Unidos y hasta entonces anónimo en su país.