Víctimas de abusos sexuales cometidos por jerarcas de la Iglesia católica piden que el Papa coopere con las autoridades de su Argentina natal para que éstas determinen si él encubrió a Grassi, a Corradi y a Zanchetta. La cumbre celebrada en el Vaticano del 22 al 24 de febrero de 2019, para analizar la recurrencia con que los menores y los adultos vulnerables son objeto de violencia sexual en congregaciones católicas de todo el mundo, no satisfizo las expectativas de las asociaciones que representan a las víctimas. Describiendo las conclusiones del encuentro en Roma como “una bofetada” a quienes han sido objeto de esos desmanes, la organización Poniendo Fin a los Abusos del Clero (ECA, por sus siglas en inglés) presentó una contrapropuesta para dificultar la comisión de este tipo de delitos e impedir que los crímenes consumados continúen quedando impunes.