Maritza Reboucas está trabajando hasta tarde en su apartamento en el barrio Santa Inés de Sao Paulo, Brasil. Le está enseñando técnicas de respiración, vía Skype, a una persona que conoció pocos minutos antes. Vendedora durante el día, Reboucas pasa las noches como profesora de respiración, ayudando a otras personas con problemas de salud, de ansiedad y estrés. Es una profesora de yoga entrenada y podría cobrar cerca de US$45 por sesión. Y seguro que no tendría problemas para conseguir clientes. Pero Reboucas no recibe ni reales –la moneda brasileña- ni dólares. En vez de eso, a ella le pagan por sus temporadas nocturnas de entrenamiento con una moneda virtual llamada Time Money.