Rodeado de la atmósfera apacible de su amplio despacho en el College de Oxford que dirige, Alan Rusbridger está ya lejos de los terremotos que vivió como director de The Guardiancuando ese periódico libraba batallas que hicieron historia de la información en su país y en el mundo. Rusbridger lideró (con Javier Moreno, en EL PAÍS) la revuelta de Wikileaks, que denunció el espionaje múltiple ejercido por Estados Unidos en el mundo, y tuvo ahí como aliado difícil a Julian Assange.