Así lo demuestran estudios científicos. Los rencores pueden generar estrés, ideas de venganza que impiden razonar, insomnio, falta de apetito y así, generar enfermedad.
Perdonar es sanador: hoy este enunciado, que es un principio de fe reconocido por la mayoría de las religiones, no solo vale para describir el impacto benéfico que este acto tiene en el plano espiritual de las personas.
Pese a que la del perdón es una ciencia nueva, ya tiene en su haber evidencia que indica que cuanto más alta es la capacidad de perdonar de una persona, mejor es su estado de salud.
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