Los tiempos han cambiado desde aquellos días, en los albores del primer siglo, cuando Jesús transitaba los polvorientos caminos palestinos y la gente lo seguía, dejando sus ocupaciones rutinarias. De repente Jesús subía a la parte más alta de un monte, como lo hizo en El Sermón de la Montaña, y arengaba a la gente que se sentaba en el suelo para escuchar al Maestro de Galilea.
Hoy las organizaciones evangélicas y los grupos evangelizadores han cambiado los métodos y se han incorporado al ritmo de la sociedad que estamos viviendo a principios del siglo XXI.
Por ejemplo, dice la nota de prensa publicada por el Washington Post: "La Sociedad Bíblica Intenacional está planeando gastar cientos de miles de dólares para distribuir biblias con once periódicos durante el 2007 y el 2008. Los Nuevos Testamentos serán empacados en bolsas externas a los diarios, así como se hace con jabones y otros productos que se promocionan gratuitamente".
"El Fort Worth Star-Telegram (Texas) anunció en Mayo que repartiría más de 200 mil Nuevos Testamentos el último domingo del año. David House, el defensor del lector, dijo que él recibió alrededor de 70 mensajes, unos que apoyaban la inicitaiva y otros que no".
