Un estudio realizado por científicos de la Universidad de York ha demostrado que se pueden recuperar las imágenes reflejadas en la pupila de una persona fotografiada, logrando un gran avance en medicina forense, ya que se puede recurrir a este sistema en casos de toma de rehenes o abusos sexuales infantiles. Los expertos han indicado que la pupila del ojo en una fotografía puede tener "una gran información oculta". En ellas se puede ver al fotógrafo y a los transeúntes, unas caras que se pueden usar como evidencias durante investigaciones penales, para reconstruir redes de socios o para vincular a las personas con un lugar.