Presionado por el ala más radical del chavismo, el régimen de Nicolás Maduro se ha visto obligado a mantener una fórmula de control totalitario que sólo sirve para acelerar su propio colapso, ya que implica la profundización de políticas económicas que acentúan la escasez de productos, y por ende, el descontento social, dijeron analistas.