Lo utilizas todo el rato, para calentar la leche del desayuno o el pollo en salsa que cocinaste anoche, incluso te sirve para cocinar algún que otro plato sencillo. Y llegó un momento en el que te preguntas cómo se las arreglaban antes del microondas. El primer aparato se vendió en 1946. Pero en casi siete décadas dio un salto a la fama, convirtiéndose en uno de los electrodomésticos predilectos de la casa. Sin embargo, además de ayudarte a no perder tiempo con las comidas, sus ondas de radio de alta frecuencia tienen otros usos domésticos que quizá no conocías.