Hay que pasar al menos siete barricadas en Caracas antes de llegar a la casa del general retirado Ángel Vivas. El exmilitar saltó a la fama este domingo, cuando una comisión de la policía de inteligencia venezolana llegó a su casa a detenerlo por algo que había escrito en Twitter. Vivas se resguardó en su casa, que queda en la cima de una colina en Prados del Este -un barrio en el sureste de la capital-, se puso un chaleco antibalas blanco, se enfundó una pistola 9 milímetros y empuñó un fusil de asalto.