El arzobispo de Boston, Sean O’Malley, el antiguo fiscal Charles Scicluna y el psicólogo jesuita Hans Zollner - ABC |
Aunque cuenta con ayudantes de valía, el Papa Francisco ha asumido como tarea propia dirigir la limpieza de clérigos que abusan de menores, interviniendo personalmente en casos de encubrimiento como el de Chile, relevando obispos negligentes en varios países, y suspendiendo de todo ministerio público a cardenales aparentemente «intocables» como el antiguo arzobispo de Washington, Theodore McCarrick, de 87 años, hace solo cuatro días.