Rupert Murdoch, magnate australiano, con un imperio periodístico considerado por muchos superior al de Kane, por encima a los 30 billones de dólares, se hizo del control de la prestigiosa firma Dow Jones, que edita el no menos influyente periódico financiero The Wall Street Journal, con sede en la ciudad de Nueva York.En una entrevista reciente, el mismo Gustavo Cisneros dijo que había firmado un acuerdo, muy importante para el Grupo Cisneros, con el grupo de Murdoch, quien posee medios de comunicación en los cinco continentes y está muy interesado en el mercado en Castellano.
Gustavo Cisneros es considerado el hombre más rico de Latinoamérica y es socio del hombre más rico del mundo, el mexicano Slim, quien domina muchos mercados en el mundo.
¿Quién es Murdoch?
De acuerdo a la prestigiosa revista económica, Businessweek, "sus satélites reparten programas de televisión en cinco continentes, pero dominan en Inglaterra, Italia, en muchos lugares de Asia y del Cercano Oriente. El publica 175 periódicos, incluyendo el New York Post y el Time de Londres
En los Estados Unidos él posee los estudios de Twentieth Century Fox, Fox Network y 35 estaciones de televisión que alcanzan el 40 por ciento del país...Sus canales por cable incluyen el creciente Fox-News y 19 canales deportivos regionales.
Por todo, tanto como en uno de cada cinco hogares norteamericanos se sintonizarán de algún modo, en algún momento, con algún programa de News Corp., ya sea producido o emitido".
Pero ¿quién es en realidad Rupert Murdoch? Se lo acusa de utilizar su influencia para sacar el partido político que quiere, en el momento que desea, y como en todos los países del mundo, los candidatos norteamericanos, igual que todos los mortales, se postran ante 20 segundos de publicidad en una hora estelar en cualquier televisora con audiencia probada y Murdoch lo sabe y lo explota.
El poder detrás del poder
Recordarán que en este mismo blog, hace algunos meses publicamos un extenso reportaje sobre la influencia judía en todos los medios de comunicación en el mundo y dijimos para ese entonces que, aunque Murdoch no es judío, que se sepa, los principales CEO (gerentes y ejecutivos de su conglomerado) son de origen judío y son los que manejan las políticas editoriasles del imperio de Murdoch.
¿Significa esto que, indirectamente, la presitigiosa publicación financiera que es el espejo del principal centro financiero mundial, como Wall Street, en la ciudad de New York, ahora está en manos de los judíos? Eso es lo que quiero resaltar y los invito a que le sigan las huellas a Murdoch y a sus socios judíos.
