
Los investigadores de la Universidad de Londres siguieron un registro de la actividad cerebral de los infantes antes de nacer. Tal como señalan en la revista Current Biology, descubrieron que a las 35 semanas el cerebro del feto ya ha desarrollado suficientes redes neurales para poder distinguir al dolor como una sensación distinta al tacto. El hallazgo, afirman los científicos, podría tener implicaciones para el cuidado clínico de los bebés.