La Guardia Civil ha dado un golpe a ETA esta madrugada al detener a cuatro presuntos miembros de la banda terrorista que estarían detrás del asesinato del policía Eduardo Puelles en 2009, la última víctima motal terrorista en el País Vasco.
En la operación se han desarrollado varios registros, tres en Bilbao (en la plaza Erekalde, la calle Fika y la calle Ollerias Bajas) y uno en la cercana localidad de Galdakao (en el barrio de Aperribai) en el que se han encontrado armas y 200 kilos de material para la fabricación de explosivos, según ha precisado el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una rueda de prensa.
Los presuntos integrantes del comando, que no estaban fichados por la policía, son Lorena López Díez, Iñigo Zapirain Romano, Beatriz Etxeberría Caballero y Daniel Pastor Alonso, sobre cuyas espaldas podrían recaer numerosas acciones terroristas en Vizcaya, Burgos.