Grupos subversivos que operan en los límites de los estados Táchira, Barinas y Apure, les cobran a los productores de ganado de carne con 10% de lo que movilicen para luego sacrificarlo en botalones o mataderos clandestinos. Hasta hace poco las gobernaciones de Barinas y Apure restringían la movilización de ganado a otros estados para obtener beneficio en sus territorios gracias a la distribución en su entidad.