Jan Smits está parado en su habitación de hotel. Sus ojos están fijos en su reloj. No parece contento. Smits no es un huésped cualquiera. Es el director ejecutivo de la región de Asia, Medio Oriente y África del Grupo de Hoteles Intercontinental (IHG, por sus siglas en inglés), la cadena hotelera más grande del mundo. Está de viaje por India para ver cómo la compañía entrena a los jóvenes. Y se acaba de dar cuenta de que el tiempo que les toma dejar lista la habitación no está estandarizado. En el hotel Crowne Plaza Nueva Delhi Rohini, el proceso de acomodar el acolchado de plumas y cerrar las cortinas demoró cinco minutos, cuando debería tomar sólo dos.