Un empresario fue condenado como representante de una empresa que hacía pasar frambuesas chinas por chilenas para exportar a Canadá. De acuerdo a Aduanas, los productos eran desembarcados en el puerto de Talcahuano y enviados a una tercera empresa en Chillán, en cuya planta procesadora se volvían a envasar con la etiqueta que contenía la frase “chileno y orgánico”.