Por muchas razones yo prefiero llamarla "la involución", sencillamente porque, al igual que en Cuba, que es el espejo del comunismo que se pretende implantar en Venezuela, hemos retrocedido en derechos humanos, en autoritarismo, en libertad de expresión, en autonomía alimentaria y hemos avanzado mucho en violencia intra nacional, en pobreza extrema y en corrupción en todos los niveles del gobierno nacional.
Cuando el entonces candidado Chávez Frías apareció en el espectro político venezolano, muchos lo apoyamos, entre ellos yo, para que nos liberara de la tiranía de los adecos y de los copeyenos, pero estos partidos AD y Copei se quedaron en pañales ante la corrupción del gobierno del teniente coronel.
Hay algunos hechos trascendentes del gobierno del teniente coronel, que tengo que mencionar, por curiosos: uno, tiene el honor de haberle enderezado el cuello al caballito del escudo nacional (primero miraba a la derecha y ahora a la izquierda), algo realmente grandioso. Dos, tuvo la grandeza de ponerle otra estrellita a la bandera nacional, porque estaba falla. Tres, tuvo la osadía de cambiarle el nombre a la nación de Bolívar, de República de Venezuela a República Bolivariana de Venezuela y, cuatro, le dijo al mundo que Bolívar había sido asesinado en Colombia y quería buscar los culpables.
Estos diez años de la robolución bolivariana han sido de retroceso para el país y de la instauración de un régimen autocrático dominado por militares. Todos los entes del Estado (Corte Suprema, Asamblea Nacional, Consejo Nacional Electoral, Fiscalía General) están supeditados al clarividente, excelentísimo, comandante en jefe, señor predidente, el benemérito, Hugo Cávez Frías.