Gracias.
1. El chavista gestor: Aprovecha sus contactos oficiales para gestionar trámites documentales por altas sumas de dinero. Se ufana de hablar y comer con altos dirigentes del gobierno. Es muy hábil. Es echón.
2. El chavista militar: En el fondo detesta a Chávez pero se aprovecha de los cursos de formación, prebendas, privilegios y créditos blandos sin intereses. Algunos son patria o muerte. Otros hablan en secreto muy mal del gobierno.
3. El chavista masoquista: Siempre es humillado y vejado por los líderes del proceso. Chávez los regaña siempre en público y ellos como si nada. No tienen vergüenza. Son desechables como los condones.
4. El chavista protector: Es un escolta verbal. Le cubre la espalda al presidente cuando mete "la pata" en una alocución o cuando toma una decisión errada. Siempre trata de aclarar o enmendar los errores del teniente coronel.
5. El chavista neófito: No importa que no haya estudiado. Está resteado con la revolución. Defiende siempre al presidente. Le encanta adular. Paradójicamente, consigue más rápidamente altos cargos en el gobierno.
6. El chavista vividor: Habla mal del imperio y del neoliberalismo salvaje. Le encanta viajar a Disney World y regresar hasta con diez maletas full de ropa y mercancía de Miami. Tiene escoltas, chofer, cachifa y cuentas bancarias.
7. El chavista mediático: Invierte en emisoras comunitarias, periódicos y televisoras. Aparenta ser chavista fanático del Che Guevara y Alí Primera. En el fondo no cree en Chávez pero cabalga en el potro de la hipocresía y la doble cara.
8. El chavista mecenas: No está en el gobierno pero ayuda a los dirigentes con fuertes sumas de dinero. Pide favores muy puntuales como licencias de importación y dólares de Cadivi que luego vende en el mercado paralelo.
9. El chavista arrogante: Se hospeda en hoteles cinco estrellas y come en los mejores restaurantes. Los mesoneros le temen si no satisfacen sus inmediatos caprichos. Le encanta que lo adulen. Los civiles ordenan como militares.
10. El chavista honesto: Sueña con un país de igualdades para todos. Con mejor calidad de vida. Rechaza el modelo cubano. Ama a Venezuela. No tolera la corrupción. Denuncia irregularidades pero nadie le para. Sus compañeros no lo ven con buenos ojos. Lo amenazan de muerte.
3. El chavista masoquista: Siempre es humillado y vejado por los líderes del proceso. Chávez los regaña siempre en público y ellos como si nada. No tienen vergüenza. Son desechables como los condones.
4. El chavista protector: Es un escolta verbal. Le cubre la espalda al presidente cuando mete "la pata" en una alocución o cuando toma una decisión errada. Siempre trata de aclarar o enmendar los errores del teniente coronel.
5. El chavista neófito: No importa que no haya estudiado. Está resteado con la revolución. Defiende siempre al presidente. Le encanta adular. Paradójicamente, consigue más rápidamente altos cargos en el gobierno.
6. El chavista vividor: Habla mal del imperio y del neoliberalismo salvaje. Le encanta viajar a Disney World y regresar hasta con diez maletas full de ropa y mercancía de Miami. Tiene escoltas, chofer, cachifa y cuentas bancarias.
7. El chavista mediático: Invierte en emisoras comunitarias, periódicos y televisoras. Aparenta ser chavista fanático del Che Guevara y Alí Primera. En el fondo no cree en Chávez pero cabalga en el potro de la hipocresía y la doble cara.
8. El chavista mecenas: No está en el gobierno pero ayuda a los dirigentes con fuertes sumas de dinero. Pide favores muy puntuales como licencias de importación y dólares de Cadivi que luego vende en el mercado paralelo.
9. El chavista arrogante: Se hospeda en hoteles cinco estrellas y come en los mejores restaurantes. Los mesoneros le temen si no satisfacen sus inmediatos caprichos. Le encanta que lo adulen. Los civiles ordenan como militares.
10. El chavista honesto: Sueña con un país de igualdades para todos. Con mejor calidad de vida. Rechaza el modelo cubano. Ama a Venezuela. No tolera la corrupción. Denuncia irregularidades pero nadie le para. Sus compañeros no lo ven con buenos ojos. Lo amenazan de muerte.